OSCAR DE LA MOTA

DESTIERRO

Tropel de agua temblorosa.
Dominio de la mirada sin huida.
Larga oscuridad que llena ventanas.
Hay una porfía de perros vagabundos
por la acera de mis pasos
para quedarse con el aliento esclavizado
al vapor que emanan aguas servidas.
¿Cómo dejar en la calle el cadáver asolado,
envuelto en sus tripas,
si a viva voz pide más sangre para respirar?



MONSEGNEUR CALLE O Y 25 DE VEDADO

Allí encerrada estás, calle de La Habana,
esa que alguna vez vi.
Lápida en acuarela, tu cielo
sobra en imágenes para el azul que no está.
Carrito con carne asada,
paz del mercado de frutos,
siembra de cuentos y poesías
hieren pétalos esparcidos
para construir la tarde,
perfume y papel.
Llegas con aliento
de un misterio que enhebra almas
para construir la siesta
con olor a lluvia
como la que vi una vez.



SUEÑAN BRUMA TUS OJOS

Sueñan bruma tus ojos
y ya no puedo verte allí
en la feria de las cosas
que se venden como perlitas de océano regadas en jardines
donde la humedad del suelo explota en mil gotas
con las que borro pisadas
sin carne que las sienta
ni dolor, ni alma, ni cielo.
Mis horas como aves de corral
se escurren llevando maravillas aprisionadas:
un carretel de locura, una historia que no nace
porque algo de la bruma sueña en tus ojos
con verdes mejillas
emplumados recuerdos
grises, rojos, amarillos.
Así se internan en la espesura de mi cerebro,
sabios y enfermizos
como caballo de Troya.

OSCAR DE LA MOTA. Nací en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. Heredé el gusto por las letras de mi familia paterna; mi abuelo y tío abuelo fueron poetas, ellos recitaban sus poemas en los encuentros familiares. Recibí algunas menciones en concursos literarios y un primer premio en los Juegos Florales de Los Poetas del Encuentro 2007. Fui jurado en los Juegos Florales “Jorge Bossio” 2008 de la SESAM. Soy miembro de la Comisión Directiva de esta institución y Secretario de Selección de Colaboraciones del BLOG DE SESAM.
Tengo dos libros ya casi listos para publicar, “Pasajero desnudo” y “Los intereses del fuego”.
La poesía fue el mayor recurso que he tenido para despertar mi conciencia, profundizar el compromiso con los que sufren y sentirme cada vez mas vivo. Como médico la recomiendo.

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