viernes, 31 de octubre de 2008

BEATRIZ MIR



COMO SI LA LLUVIA

.......................... “los dedos olvidan
..................... el alfabeto del deseo”
................................Julio Arístides


Como si la lluvia hubiera clausurado
la fina provisión de urdimbre
y todos los vientos fueran a estrellarse
contra la ausencia sin atenuantes de tus besos,
mis dedos ya no tejen con los hilos del agua
la historia de dos bocas y dos sexos
con la que aprendimos a asomarnos
a la eternidad.
No estás y Dios persiste en su silencio.
Ya no hay rosas en el aire,
sólo este rumor de jardín anochecido
donde los jazmines se marchitan
en macetas abrumadas de herrumbre.
Fue entre tus brazos que,
como una sacerdotisa del deseo,
encendí las primeras estrellas y las últimas.
Todo lo dejo allí, en el libro infinito
donde quedan trazadas las palabras
que inventé para escribirte el mundo.

Beatriz Mir
2° Premio de los Juegos Florales “Jorge Bossio – 2008”
SESAM - Sociedad de Escritores de San Martín
Gral. San Martín, 16 de agosto de 2008.


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DESARRAIGO

Hay que aprender a mirar otro cielo,
hay que acostumbrarse al olor de otro aire,
es necesario entender que las cosas
se desprenden de la costumbre
y que el amor se hizo vuelo
en un giro del tiempo
sin detenerse
a contemplar
ni un instante
esta nueva forma de la soledad que
se instala desde la raíz hasta
el aliento insulso de los días.
Es imprescindible aprender a mirar,
dejar atrás los restos del naufragio,
buscar una flor entre las ruinas
y partir.



BEATRIZ MIR (Buenos Aires, Argentina). Poeta y narradora. Bibliotecóloga. En Pilar (Provincia de Buenos Aires) coordina el Taller del Grupo de Narradores y Poetas “La Rosa Blindada” y juntos han publicado: Marcas de la marea (2002), Marcas de la marea II (2003), Palabras a contraluz (2004), Revista del Taller Literario (2005, 2006 y 2007).

Algunas distinciones:
• Segundo Premio en el Primer Certamen Nacional de Poesía “Municipalidad de General San Martín 2007”, con un jurado integrado por Paulina Vinderman, Graciela Maturo e Isabel Llorca Bosco.
• Segundo Premio en el Cuarto Concurso Nacional de Poesía, Concurso Nacional de Poesía, Biblioteca Popular “Madre Teresa”, Virrey del Pino, Provincia de Buenos Aires.
• Segundo Premio (Poesía), Concurso “Identidad Bonaerense 2007”, José C. Paz, Provincia de Buenos Aires.
• Segundo Premio en los Juegos Florales “Jorge Bossio – 2008” de la Sociedad de Escritores de San Martín (SESAM).
• Mención Provincial (Poesía) 2003, Certamen Nacional “Aldo Pedro Alessandri” N° 36 del Círculo Literario “Bartolomé Mitre”, Azul, Provincia de Buenos Aires.
• Segunda Mención (Cuento) Premio Nacional de Literatura de Tres de Febrero 2004.
Segunda Mención (Poesía), Premio Nacional de Literatura de Tres de Febrero 2003, Municipalidad de 3 de Febrero y la Sociedad Argentina de Escritores.











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MARÍA ALICIA CAVAGNARO COLOMBO




NÁUFRAGO DE CARICIAS

Hubo días de paz
sirenas encantadas
recuerdos y destellos,
agonías.
Era un perderte
y encontrarte en la distancia.
Un sueño y un despertar sobresaltado.
Amarte en silencio
temiendo gritar,
para no ahuyentarte definitivamente.


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EL ALTAR

Construyo
el albergue espiritual
protector del sufrimiento.
Auroras sorprendentes,
noches inquietantes,
un lugar para la meditación
y el milagro.
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No olvido el circuito de la fe
ni el de la esperanza.
Señalizo el laberinto del amor
Invisible a los ojos,
donde comienza por la noche
el ritual de las luciérnagas.


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TESORO TERRENO

Detrás de la neblina,
que no es humo,
llegaste galopando
empujado por octubre
y tus fantasmas
El amor tuvo la culpa.
Las manos poderosas
del amor.
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En la médula de la vida
estableció la ternura un niño.
Niño como tú, como yo.
El que me diste la noche
de la gran peregrinación
en busca del mágico y sorpresivo
tesoro terreno.
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Nueve meses después
se inauguró el paraíso.

(Del libro Sobre la sangre antigua)


MARÍA ALICIA CAVAGNARO COLOMBO (Chivilcoy, Provincia de Buenos Aires, Argentina). Poeta, profesora en letras (UBA), directora de la Revista de Artes y Letras Ser en la Cultura, editada por la Casa y Mutual Universitaria de General San Martín.
Ha publicado la novela Magia de la tierra (1994) y el poemario bilingüe, en castellano e italiano Sobre la sangre antigua (Buenos Aires, Carrillón Ediciones, 2008).
Ha formado el consejo de redacción de la revista Gente de Letras, editada por la institución homónima.
Ha sido distinguida como Mujer del siglo XXI por la Universidad del Pacífico de Santiago de Chile (2006) considerando su aporte a la cultura, en especial a la literatura. Es socia activa de la Sociedad Argentina de Escritores.

ESTELA BARRENECHEA





INCERTIDUMBRE
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Esta mañana hiela.
Qué difícil separar lo amargo
de la imagen.

¿Con qué nombre nombro
los silencios?

La vida entra a modo de tregua.
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UN ATISBO
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Sin tu sonrisa,
qué sensación agria habitar el mundo.

Mientras corre la hora me reconozco terca.
La ansiedad me afila como cuchilla
y muerdo el polvo del día.
Al túmulo del dolor lo aliviano
para que no me arranque la rapidez.

Quiero la velocidad de andar a ciegas
y un poco de voz.

¿Por qué un nombre distante
está hecho de silencio?

Quiero el invento
de una lengua que golpee el aire
y me clausure entre los vivos.

Me sobornan las palabras
desgranadas al azar, casi impalpables
cómo las plumas de la almohada.

La ausencia me construye
como una pared porosa que filtra
la noche, la fatiga y la pena

Todo se confunde
en la procesión del recuerdo.
Se confunden tus mejillas sonrosadas
por el juego y el mar del este.

Siempre los mismos sueños erráticos
donde la muerte no existe.
Retornas del tiempo y te haces más visible
que la mosca que se posa en mi mano
mientras escribo.


ESTELA BARRENECHEA (Nació en Buenos Aires). Poeta. Docente de Filosofía en la Universidad Nacional de Buenos Aires. Contadora Pública Nacional. Colaboradora de instituciones filosóficas, de diarios y revistas de la especialidad. Ha publicado los libros de poemas La distancia y el foco (Buenos Aires, De los cuatro vientos, 2003) y En los confines (Buenos AIres, Tsé–Tsé.2005). Sus poemas han sido incluidos en distintas antologías. Recientemente en Poesía Argentina Contemporánea, Tomo I, parte Decimoséptima (Fundación Argentina para la Poesía, año 2008). Obtuvo entre otras distinciones el Segundo Premio del Fondo Nacional de las Artes, 2005; Mención en el Concurso Interamericano de Poesía, Fundación Avon, 2006, y Segunda Mención en el Primer Certamen Nacional de Poesía, Municipalidad General San Martín, 2007. Primer Lugar en el XXVIII Congreso Mundial de Poetas bajo el auspicio de la Academia Mundial de Arte y Cultura, Acapulco, México, Octubre 12-16, 2008. Es socia de SESAM.


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estelaf@fibertel.com.ar


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MARÍA DEL CARMEN GUZMÁN ORTEGA







TELÉFONO *
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Todos los días llamaba por teléfono, desde el trabajo, cuando el jefe no la miraba, desde una cabina o desde el móvil. Primero miraba a un lado y otro, algo avergonzada, celosa de su secreto, marcaba el mismo número de teléfono, escuchaba los seis rings, la voz meliflua de la telefonista y el silbido posterior, colocaba su mensaje y colgaba, hasta el día siguiente que volvía a repetir los mismos actos. El mensaje era casi siempre el mismo: “Te quiero”, “No puedo vivir sin ti”, “Eres lo mejor que tengo” y otras variaciones sobre el mismo tema.
Después de repetir el mismo ritual diario regresaba a su casa, cambiaba su expresión desangelada en otra de expectación, llegaba a su piso, introducía la llave en la cerradura, encendía la luz para que ésta llenara de algo su enorme salón, se sentaba en el sofá, descolgaba el teléfono y escuchaba con los ojos entornados su propia voz que le decía: "te quiero".

* Tercer premio – Certamen Internacional J.L.Borges 2007 – REVISTA SESAM.


María del Carmen Guzmán Ortega. Natural de La Palma del Condado, Huelva, España. Profesora de EGB en Málaga, en la especialidad de Inglés y Lengua Española.

Libros publicados:
Al Sur del Infinito, Colección Corona del Sur, Málaga 1991.
Mordaza y brida, Ateneo de Málaga, 1993.
Mi voz en una piedra, Colección Azul y Tierra, Málaga, 1994.
Sonetos urbanos, Diputación de Málaga, 1995.
Sonetos Marinos, Primer Premio Giner de los Ríos, Nerja, 1996.
Selección de poemas, de la lectura en la sede de la Generación del 27, Málaga 1998.
Estancias del agua, Editorial Devenir, Madrid 2002.
Por debajo de la puerta, Ayuntamiento de Salobreña 2005.
Paisaje interior, Editorial Bohodón, Madrid 2007.
Los niños del Horóscopo. Colección Caracol, Diputación de Málaga.
Lobito Rojo y Caperucita Feroz, Ediciones S.M. Puerto Rico.

Plaqués:
Gaia, Lares, Sonata para una flor, El Aula, etc.

Antologías:
Poetas en Málaga (Málaga 1995), 27 Narradores malagueños (Málaga 1997),Certamen Grupobúho I (Madrid 2005), Certamen Grupobúho II (Madrid 2005), Certamen Grupobúho III(Madrid 2006), Narrativa Breu (Constanti, Barcelona 2004), Antología Bohodón (Madrid 2005), Certamen Grupobúho 2006, id 2007 e id 2008, Pompas de Papel (Logroño, 2005), A la vera de la Cruz (Salamanca 2006), Los poetas cantan al olivo, (Sevilla 2007), Poetas en bicicleta (Sevilla 2007) y Femenino singular, antologado por Tina Pereda (Málaga, New York 2007…etc.

Colectivos:
Verde-Blanco (Málaga 1979), Homenajes Corona del Sur (Málaga 1992), Homenaje a Jorge Guillén (Málaga 1993), Homenaje a José Martí (Málaga 1994), Homenaje a Luis Felipe (Málaga 1995), Álora la bien cercada (Málaga 1997), Generación del 27 (Málaga 1998) y El Robador de Europa (Málaga 2007), entre otras publicaciones.

Libros inéditos de poesía:
El último reducto, Obligatorio el uso de cadenas, La Fuente, Sonetos entrañables, Pórtico, Desde el acantilado, El caminante, Sonetos elementales, Cantos al mar, De cómo canta el agua su canción de vida, Jardín de haikus, Haikus urbanos, Haikus del hombre, El Caminante, Ramos de rimas, etc


Colecciones de cuentos inéditos:
Más allá de las puertas, Entre el sueño y la vigilia, Cuentos para volar, Cuentos infantiles, La Balsa de la Medusa, Relatos a media noche, Galería de retratos, Pecadillos capitales, Minirrelatos, Más allá de las puertas, etc.
Cartas, artículos, un libro de relatos en imprenta, dos novelas en preparación y un libro sobre ortografía.

Premios:
Sonetos Marinos (Nerja), El día que la Tierra huyó (Agrupación Hispana de Escritores, Mataró), Arengas para la Paz (Premio Ejercito), Canción del pescador (Voces de Santa Isabel, Italia), Premio P.S.O.E. 1998, entre otros.
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lagaladelatea@hotmail.com
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LUIS BENÍTEZ



LOS MIEDOS

ah los terrores que nos visitan de noche
que no se ocultan del día
los que no inspira ninguna cosa grande
ningún desconocido continente pisado recién el borde
ni tampoco un leal enemigo
francamente buscado en una tapia
ni el asombroso eclipse que deja el mediodía en sombra
ni un terrible Señor de los Ejércitos
en desiertos abrasados por el sol de los pueblos aventureros
ah los miedos los pequeños miedos de pequeños hombres
no los miedos que eran a su modo honra de un animal
desnudo en la enorme extensión de cosas que no tenían nombre
no a estar solo y de pie
entre un inmenso campo y un inmenso cielo
no a la sombra adornada de ojos fosforescentes
a la muerte de noche
entre los dientes del animal más bello de la tierra
una muerte de hombre
no a la caída propiciada por el rayo
al torrente al alud al fuego de la tierra
ni al otro fuego prometido debajo de la tierra
ah los miedos que no origina
un dios terrible salido de la foresta
ni un pariente medieval con su cohorte de brujas y de fetos
no el sudor frío frente a frente espada contra espada
flecha contra winchester dardo contra lanza
ha cambiado la muerte de palabras
no es la certeza de una lluvia ardiente
ni el pronóstico que un insecto lleva entre raíces
al fin también una buena causa como la antigua peste
ah los miedos que tú conoces
y que son los míos exactamente ésos
no se ocultan debajo de la cama
no precisan el crujir de la madera el aullido de nada
pueblan nuestros sueños de rostros y de notas
ellos duermen y caminan con nosotros
beben se alimentan vuelven siempre.


LUIS BENÍTEZ (Buenos Aires, Argentina, 1956). Poeta, narrador, dramaturgo, ensayista. Es miembro de la Academia Iberoamericana de Poesía, Capítulo de New York, Estados Unidos, con sede en la Columbia University; de la International Society of Writers (Estados Unidos), de World Poets Society (Grecia) y del Advisory Board de Poetry Press (India).
Ha recibido el título de Compagnon de la Poèsie de la Association La Porte des Poetes, con sede en la Université de La Sorbonne, París, Francia. Miembro de la Sociedad de Escritoras y Escritores de Argentina.

Distinciones:
Primer Premio Internacional de Poesía La Porte des Poètes (París, 1991), Joven Literatura (Poesía) de la Fundación Amalia Lacroze de Fortabat (Buenos Aires, 1996), Concurso Internacional de Ficción (Montevideo, 1996), Tuscolorum Di Poesia (Sicilia, Italia, 1996), de Novela Letras de Oro (Buenos Aires, 2003), Primer Premio Internacional para Obra Publicada “Macedonio Palomino” (Aguascalientes, México, 2007), entre otros.

Publicaciones:
Algunos de los libros publicados a partir de 1980:
• Poesía: “Poemas de la Tierra y la Memoria”, “Mitologías / La Balada de la Mujer Perdida”, “Behering y otros poemas”.
• Narrativa: “Tango del Mudo”.
• Ensayo: “Jorge Luis Borges: La tiniebla y la gloria”.
• Teatro: “18 Whiskies”.

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miércoles, 29 de octubre de 2008

ALEJANDRO DREWES



DE SILENTIO

De ti, de nosotros
habla el Libro
y toda fábula posible,
el juicio en suspenso
de una sola y tensa
gota de tiempo.

El silencio de Dios
frente a Sara
y el arduo camino
de luz que nos llega
muy tarde a los ojos,
y tan ciega la fuerza

del mundo, la sombra
furtiva en el espejo
móvil de unos ojos
vieras. Y en la leve
piedra buscando el hondísimo
fondo, lo eternamente otro.

Y esa misma angustia
como el ojo insomne
del búho enfoca la presa
mudable. Pues todo ha sido
dicho y todas las cifras
se han vuelto una y convergen.


(azulypalabras)

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LVII

Un nuevo día como joya extendida en urnas azules,
futura ilusión de pasados instantes estancos. Valvas
en su eterno cerrarse sobre sí mismas.


LXI

Todo transcurre en un tiempo más allá
de nuestro tiempo. Hemos extendido al sol del invierno
nuestro canto, cada temblorosa palabra.


(Uvas del paraíso, Canto Cuarto)


ALEJANDRO DREWES (Buenos Aires, Argentina, 1963). Poeta, traductor (inglés, alemán, catalán) crítico literario, editor de la revista AERA. Doctor en química y profesor de Historia de la Ciencia en la UNSAM. Integrante del equipo argentino de la revista internacional Francachela. Coordina con Silvia Long-Ohni el ciclo de lecturas poéticas del grupo AERA en la SADE (Sociedad Argentina de Escritores).
Ha publicado el libro de poemas Uvas del paraíso. Buenos Aires, Editorial Francachela, 2008.
Entre otras antologías, Pura Luz Contra la Noche. Buenos Aires, Editorial De los Cuatro Vientos, 2006.
Algunas colaboraciones: Notas de crítica de poesía escandinava (Sjöstrand y Malinowski) en la revista Gibralfaro, de la Universidad de Málaga. En Adamar (España), La pájara pinta (México), Ser en la cultura, Francachela (Argentina).
En 2007 fue declarado ciudadano ilustre de Rio das Ostras (Brasil).

PATRICIA HEBE CALABRESE



I

Tiempo que es respiración intensa
en un cuerpo que a veces es surco
o ahuecado hueso que canta su canción.


II

Mi rostro está allí,
es la máscara que me acompaña en mi ausencia;
yo estaba donde mi boca se alimenta:
al lado de tu corazón.


V

Doblar el cabo de la voz,
ir a decirte cuánto pesa la hora alta de la noche;
no sabía cómo alejar tantas palabras desmemoriadas:
no hay día, ni tarde, ni beso, ni mar,
casi no hay nada fuera de la memoria.


VIII

Estás mordida, muy profunda.


IX

Secreto, apenas real,
como ahora el sonido de la lluvia,
así se filtra en la quietud del color
la luz seca del último verano.
También yo, que no lo quiero,
estoy a punto de deshojarme.



PATRICIA HEBE CALABRESES (Nació en San Martín, Provincia de Buenos Aires, Argentina). Poeta y ensayista. Profesora en letras, Diploma de Honor, Universidad de Buenos Aires.
Maestría en Análisis del Discurso, UBA. Docente de Lenguas y Literaturas Clásicas y Semiología y de “La Literatura en las Artes Combinadas I”, en dicha universidad.
Profesora de Italiano en la Asociación Dante Alighieri de San Martín y Tres de Febrero.
"Estudio preliminar histórico y literario del Poema del Cid" en colaboración con G. V. Bilucaglia, Buenos Aires, Ediciones del Ceibal, 1999.
“La lengua del exilio: Dante Alighieri y Juan Gelman”, Itinerarios: Revista de Literatura y Artes, Buenos Aires, EUDEBA, 2003.
“El centauro: un ser doble”, El imaginario en el mito clásico, V Jornada, Buenos Aires, Centro de Estudios Filosóficos Eugenio Pucciarelli, Sección Estudios del Imaginario, 2005.
“El poema como cuerpo”, in Metáforas en uso (Mariana di Stefano coord.), Buenos Aires, Editorial Biblos, 2006.
"Antología de la Nueva Poesía Argentina", Buenos Aires, Ed. Ocruxaves & El Barco Ebrio, 1990.
Colaboradora a cargo del dossier dedicado a poesía de Nueva Revista Cultural Asterión XXI.
Disponible en Internet en: http://asterionxxi.tripod.com/
"Antología Poetas tras el arca", Buenos Aires, Álvarez Castillo Editor, 2003.

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NÉLIDA ESTHER BERTOLONE





NIÑO

Mujer que vendes especias
en las calles de mi barrio
y en algunas ocasiones,
desnudo y en un cajón,
tienes a tu niño enjuto
sentado
obediente a tu costado.

Y allí estas tú, niño enjuto,
a su costado, obediente.
La gente pasa a tu lado...

Ojitos adormilados
imploran una respuesta.
Tu almita es interrogante.
que la humanidad no advierte.

Corral de madera sucia,
tu cuna.
Los colores de tu manta
se fugan a alguna parte
donde princesas y duendes
cuentan la historia de un sueño
que tu infancia no comprende.

Dulces nanas no has tenido
de escarchas y de cebollas.
Tu vida
sólo se nutre de bullas
al costado de la senda
donde transitan espectros
que pasan sin dejar huella.

Igual la impronta socava
tu corazón de criatura,
horada tus sentimientos,
desgasta el entendimiento.
Y tu futuro, una fosa
incierta, profunda, oscura,
en donde caerás un día
si una mano no te ayuda...



NÉLIDA ESTHER BERTOLONE (Loma Hermosa. Tres de Febrero, Provincia de Buenos Aires, Argentina). Poeta y narradora. Concurrió al taller literario “Mario Bravo”, coordinado por Roberto Romeo Di Vita, y al de SESAM, en tiempos en que estaba a cargo de Ricardo Álvarez Morel, ex presidente de la entidad.

Distinciones:
• Primer Premio en los Juegos Florales 2006 “Jorge Bossio” de la SESAM.
• Primera Mención de Honor en los Juegos Florales 2007 “Jorge Bossio” de la SESAM.
• Mención de Honor en un concurso de cuento infantil a nivel municipal, representando al Jardín de Infantes 917, de Loma Hermosa (1995).

Publicaciones:
• Un cuento en la conocida revista infantil “Anteojito” (1984).
• Un poema de su autoría ha sido seleccionado para la Antología “Argentina Tierra de Sueños” de próxima publicación (2008).
• Dos poesías escogidas por Literalia Editores (Guadalajara-México), a publicar en el libro “La mujer rota” como parte del homenaje a Simone de Beauvoir en el centenario de su natalicio y en solidaridad con las mujeres rotas del mundo.

martes, 28 de octubre de 2008

HÉCTOR ZABALA




CUENTO INVISIBLE *

Un autor imaginó un cuento de fantasmas tan perfecto que, cuando intentaba escribirlo, los fantasmas del relato tornaban invisible la tinta. Nunca logró publicarlo.



RAZÓN DE ESTADO

En Estupidilandia sólo tenemos dos razas: los estúpidos y unos pocos sabios.
Desde siempre nuestro rey y sus ministros fueron de la raza de la mayoría, pero cierta noche, cansado del desorden que provocaban sus ministros, nuestro rey eligió un gabinete de personajes sabios: el caos ancestral de pronto cesó.
Por eso algunos están pensando en darle otro nombre a mi país.
Creo que mejor volveremos a los ministros de antes.

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BROMA EN LA BRUMA **

[...] Cual sombra son nuestros días sobre la tierra, y no hay esperanza.
1ra. de Crónicas, 29:15


Ambos se habían desplazado por el sendero como quien dispone de todo el tiempo del mundo. Ninguno queriendo sobrepasar al otro. El día era desapacible, pero igual encontraron a un muchachito leyendo en un banco. “Al parecer el único ser vivo del cementerio”, pensó con cierta ironía el más alto de los dos. El joven estudiante estaba leyendo Visitations de I.A.Ireland y a su lado yacía una Antología que Borges reuniera, allá por 1940, en colaboración con Bioy y Silvina. El libro estaba abierto en Final para un cuento fantástico, porque al parecer el jovencito andaba comparando textos.
Al rato los dos se detuvieron en la puerta de una bóveda sin número, que se encontraba entre la 46 y la 50. El más alto extendió ceremonioso la mano izquierda invitando al otro a pasar primero; tal vez por ser más viejo y de apariencia más débil.
Ya no se veía a nadie, ni siquiera al extraño lector porque el banco había quedado lejos y la bruma era cada vez más intensa. La mano blanca permanecía estirada persistiendo en su ruego. El viejo titubeaba, desconfiaba, pero al fin no tuvo otra que aceptar y entró por delante. Avanzaron los pocos metros que el interior de la bóveda les permitía. El más alto, siempre detrás, con las manos ocultas. El viejo se detuvo frente al féretro de mármol, alerta a la otra figura, embozada y esbozada por la bruma y las sombras. La figura alta se mantuvo callada unos pasos detrás.
Quizá por delicadeza, el viejo no se atrevía a girar sobre sus talones, aunque no recordaba haber visto al otro en ninguna parte. No, no era un pariente, estaba muy seguro de que no lo era. Ninguno de la familia solía ser tan seco y desgarbado. Ninguno de los suyos poseía ese porte inquietante, tan lóbrego y siniestro. ¿Quién era, entonces?, ¿qué hacía ahí?, ¿qué buscaba?
Permanecieron en silencio varios minutos que parecieron años porque ya todo amenazaba eterno. La figura alta, siempre con las manos ocultas, sopesaba la decrepitud del viejo. El viejo buscaba algún brillo delator en el otro o quién sabe qué.
De pronto, y a pesar de su mala ubicación, el viejo advirtió el movimiento. Fue un meneo cansino, leve, como el de un suspiro; y enseguida como un susurro, intuido antes que audible.
Desde entonces el viejo ya no apartaría más la vista del mármol. Un mármol devenido en pésimo espejo pero ¿qué se podía hacer?, era lo único que había. Sospechaba el propósito del otro. Bastaría simplemente con cerrar la única puerta del recinto.
El viejo dedujo, aun de espaldas, la sonrisa amplia, repulsiva, de la figura de apariencia más joven. Los minutos pasaban y el viejo seguía sin atreverse a dar la media vuelta. Pero era consciente de que si se abandonaba al curso de las cosas, pronto no habría salida para ningún mortal. La bóveda quedaría aislada del cementerio y del mundo en cuanto la figura extraña ejecutara su intento. Y sin embargo, no obstante percibirlo, el viejo no podía reaccionar, estaba exánime, sin posibilidad de nada concreto.
De pronto, el mármol cambió sus claroscuros.
–No haga eso, por favor. Después no le será posible abrirla de nuevo –alcanzó a suplicar el viejo.
Las bisagras chirriaron. La figura alta soltó la esperada carcajada y con un empujón remató el temido cierre. El sonido seco de la madera contra el marco no dejó ninguna duda. La bruma por un momento pareció disiparse, pero enseguida retornó inequívoca por las hendijas de arriba.
–Ahora no podrá salir –dijo el viejo con un hilo de voz mientras se daba vuelta consternado.
El otro se acercó y extendió la mano izquierda contra la pared, bloqueando el paso. El viejo no intentaría apartarlo. La figura al fin habló:
–De ninguna manera, abuelo, mire como salgo de aquí.
Y, entre burlas y risitas, introdujo su pálido cuerpo (o lo que fuere) en la gruesa pared lateral, dejando al viejo con los ataúdes, los mármoles y la penumbra brumosa.
Una vez solo, el viejo recordó que jamás nadie, de noche ni de día, se animaba a caminar esos senderos remotos. Estaba aislado, con la puerta cerrada, y a eso se reducía todo.
Al rato, el viejo hizo un gesto de impotencia con los hombros y se dijo:
–En fin, ¿cómo saberlo de antemano? Yo sólo quise ser amable; se lo decía por su bien, no por otra cosa.
Después se caló el sombrero y, emulando a la figura ya ausente, atravesó la misma pared de idéntica manera.
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* Premiado en La Habana, Cuba, y Finalista en Madrid, España. Año 2006.

** Primer Premio en el IV Concurso Nacional de Narrativa y Poesía de Los Poetas del Encuentro. San Andrés, Provincia de Buenos Aires, Argentina, 19 de abril de 2008.

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HÉCTOR ZABALA (Villa Ballester, Provincia de Buenos Aires, Argentina, 1946). Reside en la ciudad de Buenos Aires. Contador público nacional (UBA) especializado en auditoría. Maestro internacional de ajedrez (ICCF). Se afilió a la SESAM luego de ganar en 2005 el Primer Premio de Cuento Breve organizado por la entidad. Jefe de Redacción de REVISTA SESAM desde el 1-1-2007. Jurado en dos certámenes internacionales organizados por esta revista y en un certamen de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), Caseros (Buenos Aires) 2009.

Varios sitios y revistas de internet han publicado sus cuentos premiados o reeditado algunos de sus artículos; entre otros: ARGENTINA: Página de la SADE, Escobar; Revista AERA, Buenos Aires; Revista Buracos-Quentes, San Nicolás de los Arroyos; Revista Con Voz Propia, San Fernando del Valle de Catamarca; Revista El Cuervo, Concepción del Uruguay; Nuevo Diario - Suplemento (virtual y papel), Santiago del Estero; Revista Literarte Digital, Vicente López. BRASIL: Revista Literária Paralelo 30, Porto Alegre. CANADÁ: Revista AzulArte, Québec. CHILE: Colectivo LER, Santiago; Revista Koyawe, La Serena; Revista Lakúma-Pusaki, Santiago; Semanario Tiempo (virtual y papel), La Serena. COLOMBIA: Revista Dedo y Llaga, Medellín; Tejiendo Ilusiones, Antioquía. CUBA: Revista miNatura, La Habana. ESPAÑA: Bañera de Peces sin Cristales - de Adolfo Marchena, Vitoria; El Correo Familiar, Mérida; Periódico Alteridad, Murcia; Revista Palabras Diversas, Melilla; Revista Poe+, Murcia. ESTADOS UNIDOS: Rio Grande Review, El Paso; Cuentos Nunca Contados, Hungtinton Beach; El Artista y su Técnica, Hungtinton Beach. FRANCIA: Resonancias Literarias, París. ITALIA: Crear para Leer, Codroipo; Revista Isla Negra, Lanusei. MÉXICO: La Novela Histórica, Tlalnepantla; Sinapsis, Tuxtla Gutiérrez. PERÚ: Revista Literaria Remolinos, Lima. VENEZUELA: Periódico TalCualDigital.com, Caracas; Revista Voces y Susurros, Rumor y Gritos, Caracas.


Distinciones por diversas obras en el género cuento o minicuento:
• Premio Internacional en el III Encuentro Teórico del Género Fantástico ANSIBLE. La Habana, Cuba, 2006, por "Cuento invisible".
• Finalista en el IV Concurso Internacional de Minicuento Fantástico “miNatura 2006”. Madrid, España, por "Cuento invisible".
• Primer Premio Nacional en el IV Certamen de Narrativa, Poetas del Encuentro, 2008, por "Broma en la bruma" .
• Primer Premio Nacional en el I Certamen de Narrativa, Poetas del Encuentro, 2005, por "Los malditos".
• Primer Premio Nacional en el I Certamen de Cuento Breve, SESAM, 2005, por "La emboscada".
• Mención Nacional en el Certamen de la SADE, Escobar, 2006, por "Encuentros en el mar".
• Mención Nacional en el III Certamen de Narrativa, Poetas del Encuentro, 2007, por "Reyes Magos".
• Mención Nacional en el II Certamen de Narrativa, Poetas del Encuentro, 2006, por "Educación sexual como en los '50".
• Mención de Honor, OPYC, Buenos Aires, 2005, por "Su primera salida".
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hector_zabala_literatura@hotmail.com

http://www.polisliteraria.blogspot.com/

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PERCY VENEGAS PICOLLETT




OTRO SONETO MEDICINAL

Muerte: yo seré tu muerte
y de las manos del Seol te los arrancaré.
(Gilgalmesh. El libro del Arulu)


No le tengas temor nunca a la muerte,
aunque arañen sus garras tu garganta,
despójate del miedo y ya levanta
tu cuerpo que a sus ojos es inerte.

Tu cerviz no doblegues ante el miedo
ni le implores al Hades vida eterna:
endereza con fuerzas una pierna
y levántate presto con denuedo.

Por la edad sacudiendo tus entrañas
si sintieras tu ser aniquilado,
las lágrimas no nublen tus pestañas.

Las Parcas tu destino habrán labrado
mas recuerda que, mientras les regañas,
con valor al dolor has derrotado.




PALABRA

¿Y tú, que trato tienes con la palabra, o ella contigo?
(Diccionario de pautas y estremecimientos)


¿Por qué no hablas,
tú, palabra?
¿Por qué no nombras,
y en cambio
me empecinas
en el fracaso
de nombrarte?
¿Por qué me persigues,
si enmudezco?
¿Qué buscas,
si no encuentro
la medida?
Deja que la ilusión
de no buscarte,
me baste
al respirar
el mundo que has creado,
PALABRA.



PERCY VENEGAS PICOLLETT (Santa Cruz de la Sierra, Bolivia). Reside en San Martín, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Poeta. Médico psiquiatra. Asiste al Taller Literario Abierto SESAM que coordina Agustín Romano. También al seminario “El relato y su monitoreo”. Es miembro de la Comisión Directiva de la Sociedad de Escritores de San Martín.
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JORGE SOMBRA




LUNA MATALUNA

Procura que tu visión
de las cosas
sea tan amplia
que te alcance

–Buenas noches, don Roque. Vine hablar con usted porque tengo un asunto muy delicado que tratar. Unas cuantas veces lo quise encarar y, pa’ decirle la verdad, don Roque, no me animaba.
Ya son varios los meses que me voy en partidas, y a la final no me decido. Usted sabe cuánto lo respeto y lo aprecio. Y por eso lo he ensayao’ en muchas noches, no por miedo, porque usted sabe que soy tan hombre como usted, pero sí por respeto. Mi padre me decía que a las cosas hay que hablarlas de frente, de hombre a hombre; así, mirándolo a los ojos, como yo lo estoy mirando ahora.
Y usted es un hombre inteligente, tiene estudio, por algo es veterinario. Y yo sé que me va a saber escuchar, y me va a comprender en la encrucijada. Porque ahora sí, esta noche tomé coraje y le vine hablar.
Vez pasada, cuando le ayudé con esa yegua que tenía el potrillo atravesao’, yo pensé; esta es la ocasión pa’ hablarle, trabajamos codo a codo, casi sin hablarnos y yo le entendí todo lo que usted me indicó pa’ la parición. Pero lo vi tan metido en su oficio, que me dije: este no es el momento.
Otra vuelta cuando fuimos juntos a recorrer el campo, las alambradas, las aguadas. ¿Se acuerda? Usted me veía manejar la california en el torniquetero y un de repente me preguntó, así de sopetón, ¿andás noviando Antoñito? Ahí me tocó la llaga. Yo me dije: esta es mi oportunidad, pero hacía un ratito nomás usted me había estado contando, en confidencia, unos problemas que tenía con unos pagarés y la cosecha anterior que no había cobrado, que yo preferí no hablarle del asunto.
–Bueno, hablá, Antonio, desembuchá, me tenés intrigado.
–Es que no es fácil, don Roque, no es fácil. Pero usted me tiene que prometer que me va a escuchar, y si se enoja conmigo, no me vaya a querer matoniar, porque yo me voy a defender.
Porque ya hace diez años que trabajo con usted. Y es la única persona a quien le puedo contar lo que me pasa. Y además tengo la obligación de contárselo, por una gratitud que tengo con usted y con su familia.
Se lo tengo que decir, se lo tengo que decir y se lo tengo que decir yo. Pero a usted solo. Ni al cura pienso contarle.
–Está bien, decímelo de una vez, te escucho.
–Bueno, ahí va; se trata de doña Elvira, don Roque. Creo que estoy enamorado de ella. Cuando yo la veo me desespero, los ojos se me van pa’l lao’ que está ella, y la sigo disimulao’ pa’ que no se dé cuenta.
–¡Pero es mi mujer! ¡Es la mujer de tu patrón! ¡Es tu patrona! ¿Cómo te vas a enamorar de mi señora? Habiendo tantas mujeres en el pueblo o en las cabañas vecinas, solteras, sin compromiso, de tu edad. Mi mujer y yo te llevamos diez años, ¿cómo me podés hacer una cosa así, Antonio?
Cuando vos llegaste recién salido de la conscripción a buscar trabajo, yo, sin conocerte, te hice un lugar en la cabaña. ¿Y me pagás con eso, Antonio?
–No se sulfure, patrón, yo le dije que el asunto es delicado. Yo maliciaba que usted se iba a encocorar. Pero no me grite, porque si algo tengo de hombre es un montón de coraje que junté para contarle mi desgracia.
–Y, decime, ella ¿te dio alguna esperanza, alguna mirada, una señal?
–¡No, señor! Yo sólo le miro las ancas, las ancas le miro, nunca me animo a mirarle los ojos, por respeto, ¿vio? Su mujer es como una santa para mí, por eso me gusta.
–¿Y, qué más le mirás?
–No, yo le miro las ancas nomás.
–¡Te tenés que ir de acá! Mañana mismo a primera hora, te arreglo la cuenta, te me cargás la cama y este ropero con luna que te regalamos con mi mujer y te me mandás a mudar donde nunca más te vea.
–¡No, patrón! Estoy viendo en sus ojos el rojo del odio que me tiene. Y usted también tiene un cuchillo igual que el mío, así que esto lo arreglamos a lo hombre, así, de frente.

Final. A los tres días, después de aquella fatídica noche, fue encontrado el cuerpo sin vida de Antonio. El equipo forense informó: el cadáver presenta varios cortes en los brazos y una profunda herida en la muñeca por la que –aseguran– se desangró. El cuchillo aprisionado en la mano todavía, la luna del ropero hecha trizas, con rastros de sangre. Y una botella de ginebra acostada en el piso de la pieza con un resto de bebida.


JORGE SOMBRA (Vicente López, Provincia de Buenos Aires, Argentina, 1946). En 1983 abraza el Periodismo como una necesidad vital de expresión. Publica su primer libro en 2002, “La mujer de los gatos”, una selección de treinta y un cuentos escritos entre 1988 y 1997 que llegan a los lectores –según reza su prólogo– con la esperanza de provocar una reflexión. Se desempeñó como funcionario de la Dirección de Prensa de la Municipalidad de San Martín en el período 1999/2004 y en la actualidad es coordinador en la Dirección de Cultura de ese mismo organismo. También es coordinador del Taller de Iniciación Literaria de la Municipalidad de San Martín. Fue socio fundador de la Sociedad de Escritores de San Martín (SESAM) y forma parte de su actual Comisión Directiva. Escribe en el diario sanmartinense Contextos. Reside en General San Martín, Provincia de Buenos Aires.

MARÍA ROSA SAÑUDO





Está quieta la calle, como tus ojos.
Un camino infinito, tu mirada ausente y vacía,
llama de la noche,
constelaciones imaginarias,
neones de ciudades nunca vistas.
Tu mirada, perdida, que no responde
y me deja aquí, al borde de la bahía
donde el mar lame con sal la arena de tu imagen


MARÍA ROSA SAÑUDO (Buenos Aires, 1947). Poeta. Reside en San Martín, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Coordinadora de talleres literarios. Ha sido jurado en los Juegos Florales de los Poetas del Encuentro 2008. Pertenece a la Comisión Directiva de la SESAM. Estudió en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Conductora del programa “La esfera” en FM Apuntes. Concurrió a los talleres literarios: Mario Bravo, a cargo de Roberto Romeo Di Vita; SUTEBA, coordinado por Raúl Pignolino; Banco Cooperativo de Caseros, coordinado por el profesor Dayán y al de El hilo y el laberinto, a cargo de Isabel Llorca Bosco. Ha publicado: una plaqueta Poemas al borde del tiempo (1993), en la antología Poemas al paso (1992), en el Semanario Huella un poema ilustrado por Adrián Chaquetti.

Distinciones:
• Tercer premio en los Juegos Florales “Jorge Bossio” de la SESAM (2007).
• Tercer premio en los Juegos Florales “Jorge Bossio” de la SESAM (2006).
• Mención de Honor en el concurso literario Primera Escuela Argentina para Amigos de los Perros.
• El periodista Jorge Sirvent grabó poemas suyos como separadores en el programa “La ciudad desnuda”.

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PATRICIA REY




YA NO

Ya la clásica esquina
de San Juan y Boedo
no tiene ese olor a café y bohemia.

Ya la luna no rueda por Callao,
ya las estrellas se han ido a dormir
y no brillan como la noche de la despedida.

Ya la plaza San Martín
no quiere amanecer vestida de sol
porque no puede ser testigo de nuestros encuentros.

Caminito ha perdido su color
y San Telmo ya no cuenta
historias de amor y tango.

Buenos Aires ya no es lo mismo,
desde que no estás en mi vida
los versos se han pintado de gris
y esta loca ciudad llora tristemente.


PATRICIA REY (Villa Libertad, Partido de San Martín, Provincia de Buenos Aires, 1983). Poeta. Profesora de lengua y literatura. Publicó en las antologías de “Escritores Latinoamericanos 2002” (tomo II) y en “Homenaje a Cortázar” (2002). Miembro de la Comisión Directiva de la SESAM.
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MARÍA DEL CARMEN POYO MARTÍNEZ




APENAS VEINTICUATRO HORAS

Ámame sólo veinticuatro horas.
El tiempo exacto de una mariposa.
Lo justo para que el amor nos quede ileso.
Lo necesario para que el amor
pueda ponerse a salvo de nosotros.



CÓMPLICE

Cómplice de vos,
duerme mi conciencia
y soy presa del albedrío de tu boca,
en tanto el vértigo me puebla
de tu sol.
Te doy mi mano
para vestir tu soledad
y vos
me dejás los ojos
acabados de llegar de las tormentas.


FICCIONES

Antes
cuando dormía en la oscuridad de las ficciones,
escondida tras las piedras redondas de los ojos de los tigres,
maduraba cedrón entre los dientes
y coleccionaba estaño en los agujeros de los viernes por la noche.
No sabía que la aurora nace de hembras secas y dormidas
en un callejón cualquiera, cerca de un niño abandonado.
No sabía que nos observa antes de resolver si vuelve
del nocturno paseo en su litera sin caballos.
No sabía de las heridas sangrando y sangrando para atraer a las manadas,
ni que el semen de los dioses diminutos podía sepultar cadáveres.
No sabía que las batallas libradas al costado de los monumentos
pulverizaban jardines y mancillaban rosas.
Antes, cuando dormía en la oscuridad de las ficciones,
veía pasar los hombres envasados en frascos de plástico,
a los búhos comiendo los pezones de las parturientas
y a los niños encender pirotecnia en los ojos de los maestros,
y seguía escondiéndome
tras las piedras redondas de los ojos de los tigres.
Quién sabrá decirme cómo seré mañana a la hora de la siesta,
cuando la lluvia torrencial
disuelva las piedras redondas de los ojos de los tigres.

(Primer Premio “Julio Arístides” 2008)



MARÍA DEL CARMEN POYO MARTÍNEZ (Alcañices, Zamora, España). Poeta, dramaturga, narradora. Reside en San Andrés, Partido de San Martín, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Coordinadora del grupo cultural Los Poetas del Encuentro. Intérprete de poesía española. Ha publicado el libro de poemas “De pie sobre las brasas” (Buenos Aires, Aql, 2004). Fue convocada como jurado en los dos certámenes internacionales “Jorge Luis Borges” de la REVISTA SESAM.

Distinciones por diversas obras:
• Primer Premio Nacional Subsecretaría de Cultura Municipalidad de Almirante Brown (2003).
• Primer Premio Juegos Florales Municipalidad de Vicente López (1994).
• Primer Premio Juegos Florales Subsecretaría de Cultura de Vicente López (1996).
• Segundo Premio Certamen Nacional “Julio Arístides” de la Casa Universitaria de Gral. San Martín (2006).
• Segundo Premio Juegos Florales SADE de Tres de Febrero (1999).
• Ha sido designada Mujer del Año en la Cultura (2003) por la Asociación Civil de Empresarias y Profesionales (ACEP).

OMAR PÉREZ




Fragmento del libro
EL JUEGO DEL TIGRE

Amparados por las sombras de la noche, dos hombres en una canoa que acababan de quitarle a un mallonero, navegaban por el río Paraná. Con rumbo norte, buscaban ganar la costa paraguaya. Cuando llegaron a la orilla descendieron, ataron la embarcación y comenzaron a caminar.
Mientras transitaban por un camino angosto, escucharon voces y se ocultaron en la tupida vegetación. Eran dos guardias paraguayos que conversando se dirigían en dirección al río. Uno de ellos se detuvo un momento para encender un cigarrillo. Cuando estaba a punto de prenderlo, alguien se acercó por la espalda y sorpresivamente lo tomó del cuello y con saña asesina lo destrozó. Acto seguido, los criminales le quitaron el arma y los cigarrillos, después ocultaron el cuerpo en la espesura."



OMAR PÉREZ (Departamento de Sauce, Provincia de Corrientes, Argentina). Reside en San Martín, Provincia de Buenos Aires, desde 1967. Ha colaborado en periódicos y revistas zonales. Ha publicado: “Burbujas. Curiosidades de Allá ité” (Ediciones Baobab, 2001) y “El Juego del Tigre” (Ediciones Baobab, 2003).

Distinciones:
• Mención de Honor en el V Concurso Provincial de Poesía y Cuento Suburbano 2000, d Ediciones Baobab y auspiciado por la Subsecretaría de Cultura de la Provincia de Buenos Aires.
• Mención de Honor en el Concurso Literario Anual “Ángela Colombo 2002” auspiciado por la Comisión de Cultura de la Casa y Mutual Universitaria.

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CARMELA MAURO




EL PARTO DE LA TIERRA

Cierto día, una mujer llamada Tierra quedó embarazada. Esta gestación era delicada y lenta y, debido a eso, debía hacer reposo hasta el mismo momento del alumbramiento, y elegir para este acto la geografía más ancha y alargada de Sudamérica.
El tiempo avanzaba y su vientre crecía y era urgente e intuía que iría a ser mamá de muchos hijos.
Mientras tanto, los familiares habían sido notificados de que ese embarazo ponía en riesgo la vida de la misma embarazada, entonces, precavidos, solicitaron la presencia de los mejores cirujanos, obstetras, neonatólogos y pediatras de todos los continentes.
Así se formó un excelente equipo de profesionales que estaban preparados para atender los inminentes nacimientos.
¡Y por fin llegó el día!
La parturienta sintió los inconfundibles síntomas del parto. Síntomas que se elevaban minuto a minuto para dar lugar a que se distendiera el canal vaginal para facilitar así el paso más esperado de los que amaban la belleza encinta.
Todo parto es doloroso y éste también lo era.
Los facultativos comenzaban a atenderla y le rodeaban el vientre con sus manos blancas, negras amarillas, rojas, cobrizas y de otras tonalidades de piel que componen la mezcla de la raza humana, y empujaban para ayudarla y la eficacia se hacía evidente porque comenzaban a nacer: Solidaridad, Igualdad, Respeto, Hermandad, Trabajo, amor, Educación y Responsabilidad.
Luego de haber pasado la lógica alegría por haber recibido tantos nacimientos, los facultativos se dieron cuenta que la parturienta continuaba con repetidas y largas contracciones, ya que, su color rosado de frescura y lozanía se atenuaba haciendo que la transpiración de su cuerpo fuera tan abundante que decayeron abruptamente sus latidos cardíacos, lo que hizo gritar a todos los presentes: ¡La tierra se nos va!
Con el sopor y la angustia de ese dramático momento, los profesionales la socorrieron tan eficazmente que comprobaron que en el útero había algo más por alumbrar..
Nuevamente unieron sus manos y empujaron. Pujo tras pujo. Pujo y jadeo. Jadeo y pujo, pujo y dolor, dolor y episiotomía y pujo largo, largo, largo, grito y respiración, respiración y llanto, llanto y reposo, reposo y sonrisas, sonrisas y abrazos, abrazos y besos. Quien causó tanto dolor a la tierra ya había nacido y lo llamaron: PAZ.


Carmela Mauro (Italia, 1945). Reside en Villa Bonich (San Martín), Provincia de Buenos Aires, Argentina. Narradora, poeta, pintora autodidacta. Fue integrante de la Comisión Directiva de la Sociedad de Escritores de San Martín (SESAM). Concurrió al Taller Literario de Élido Di Serio (1973).

Distinciones:
• Finalista en el rubro Poesía con el poema “Cardales” y participó en la Antología de la serie “El amor de la poesía argentina” en el Café Tortoni de Capital Federal (Fondo Editorial Bonaerense).
• Participó en el Primer Encuentro de Escritores Jóvenes Éditos e Inéditos, Dirección de Cultura de la Municipalidad de San Martín, 1996.
• Es Miembro Adherente del Fondo Editorial Bonaerense.
• Participó en la Primera Feria-Exposición del Libro Infantil/Juvenil del Distrito de General San Martín “Leemos Juntos”, 2003.

ROSA MARAFIOTI




EL RUEGO DE UN NIÑO



¡Diosito! La seño de Catequesis no se cansa de decirme que vos sos muy bueno y escuchás a todo el mundo, en especial a los chicos; escuchame, ¡por favor!
Dejá que me convierta en televisor por un día, sólo por un día, para que mis papás me miren con atención, para que se preocupen por mí como cuando el televisor está descompuesto y llaman al técnico. Para que mí papá me mire con el interés que mira el noticiero, o su partido de fútbol, y mi mamá esté pendiente de mí como cuando mira su telenovela preferida, o con sus amigas, los programas de chismes, y no debo molestarla.
Por favor, Diosito, convertime en televisor por un día, sólo por un día, ¡por favor!


ROSA MARAFIOTI (Calabria, Italia, 1944). Reside en la ciudad de Buenos Aires. Narradora y poeta. Ha publicado la novela “Maria en el Paraíso” (Buenos Aires, Editorial Dunken, 2005) y cuentos y poemas en antologías y periódicos locales. La han distinguido con premios y menciones. Ha sido finalista del Certamen Internacional “Jorge Luis Borges” de la REVISTA SESAM. Ha concurrido a los talleres literarios “El hilo y el laberinto”, coordinado por Agustín Romano y al de SESAM, a cargo de Ricardo Álvarez Morel. Es miembro de la Comisión Directiva de la Sociedad de Escritores de San Martín y presidenta de la Biblioteca Pueyrredón Sur.

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LILIANA LAPADULA




ARS AMANDI, ARS MORIENDI

Mi especie, un sueño devastado y el exilio
un recuerdo, la mano de mi madre encadenada
entre las sábanas
una hendija en la pared, la visión de las miserias
del mundo
mi punto cardinal, el vértigo de la ceguera
una taza de porcelana, el beso arrojado
a las criaturas de la noche
una pasión, los ojos llameantes de Cristo
el insomnio, las palabras danzando
al borde del precipicio
lo indecible, los escombros de la ira
las huellas secas de los roedores
las cenizas, el néctar pagano.

Y el amor, el amor,
¡ah!, el amor.


LILIANA LAPADULA. Nació en San Martín, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Poeta. Guionista Nacional (I.S.E.R. en 1979), arteterapeuta, estudiante de teatro con Miguel Cavia y de Bellas Artes. Fue integrante de los talleres literarios de Marta Braier, Enrique Blanchard y Mario Morales. Fallecido este último, su “maestro de poesía” (1987), comienza a coordinar sus propios talleres de escritura. Funda “La Palabra en Movimiento”(1999). Coordina desde esa fecha los recitales de Poesía y Música homónimos.
Publicó en 1988 “Pasillo Negro de Flores Rotas” (Editorial Filofalsía).
Integró la Antología Poética del XIII Encuentro de Poetas Mujeres del mundo en el País de las Nubes (2005, México)
Su obra inédita consta de cinco libros de Poesía, uno de cuentos y una breve pieza teatral y dos monólogos.

Distinciones:
Obtuvo premios y menciones, entre ellos el de Editorial Vinciguerra, el de la Municipalidad de Vicente López y en 2007 el premio “Autor local” de la Municipalidad de General San Martín. Participó en distintos foros y congresos de Poesía Nacionales e Internacionales.

elilialap@yahoo.com.ar

GABRIEL JACIW




MANIFESTACIÓN

Sí, me manifiesto creyente en él. Lo sé porque lo vi y hasta hablé con él.
Sucedió una mañana en aquel café de la esquina de Carrillo y Mitre. Entró con su acostumbrado y proverbial saludo (creo habérselo escuchado muchas veces, aunque nadie respondiera nunca), sombrero en mano, blandiendo el bastón cual si fuese una fusta, el “toscanito” entre los dientes y con una casi imperceptible sonrisa mientras me miraba fijo.
Se sentó a mi mesa y sin que mediara ceremonia alguna, me dijo: “¿Sabés por qué te hice venir?” (yo me pregunté de qué estaría hablando). Le contesté que había llegado ahí por mérito y voluntad propia. “Te equivocás –señaló–. Vos llegaste porque yo lo decidí, porque yo asumí que así fuera”, mientras miraba distraídamente a Jorge y Adolfo, que vaya a saber lo que estaban pergeñando. No sin sorpresa ante tal absurdo le comenté sobre mi incredulidad, “Mirá –indicó–, puedo hacerte vivir en plena dictadura militar”, mientras me hacía ver como pasaban tanques destruyendo con sus orugas la ya derruida calle sanmartinense. “O puedo trasladarte a plena época de la Segunda Guerra…”, en tanto me mostraba como Churchill le pedía al barman el tercer whisky.
Mis ojos no podían dar crédito a lo que veían, era temprano y mi cerebro no estaba más intoxicado que de costumbre; es decir, la nicotina y cafeína de esas horas junto al smog producido por el tropel mecanizado e irascible de la mañana. No, no había consumido nada raro, ni siquiera de esos hongos que, como se anda diciendo ahora, consumían los antiguos profetas. No, no, lejos estaba de tal costumbre chamánica.
“…Puedo hacerte hombre o mujer”, siguió, mientras me hacía sentir cosas acordes al género que nombraba. “Puedo hacerte adolescente, o viejo”. Y así fue que al cabo sentí en primer término una oleada hormonal y luego los más terribles dolores de huesos. “¿Me creés?”, me preguntó. “¿Querés mas pruebas?”, inquirió, al tiempo que saludaba con un gesto a Edgard que debatía con fiereza con Arthur sobre no sé qué métodos aplicados.Ante las evidencias no me quedó otro remedio que tener que admitir la veracidad de sus dichos, “Sí –le dije–, creo en vos, ¿pero tengo que postrarme y pedir perdón por no haberlo hecho en toda mi vida?” “No –me contestó–, sólo para esto te hice venir, para demostrarte mi existencia, no para que te postraras ni mostrases arrepentimiento; solo para sacarte de la confusión”. “Pero si sos Dios, ¿no debería adorarte?” –le pregunté. “¿Ves a lo que me refiero cuando digo confusión?”, me recriminó al tiempo que se paraba y se montaba en una alfombra mágica. Y agregó: “No soy Dios, soy tu autor”.



GABRIEL JACIW (Florida, Provincia de Buenos Aires, Argentina, 1960). Técnico dental, especializado en ortodoncia. Ex dictante de cursos sobre la confección de aparatología correctiva y aditamentos en la Sociedad de Protesistas Dentales – Zona Oeste, colaborador en la redacción de la reglamentación estatuaria, ex columnista de opinión de la revista del grupo “Jerarquía” de esa misma institución. Asistente al Taller Literario Abierto SESAM, coordinado por Agustín Romano e Isabel Llorca. Miembro de la Comisión Directiva de la SESAM y Secretario de su web. Asistió al seminario “El relato y su monitoreo” dictado por Agustín Romano.


ADELA HLOZEK




BALANCE


Veo…
Veo mucho más de lo que
veo.

Digo…
Digo mucho más de lo que
Digo.

Oigo…
Oigo mucho más de lo que
escucho.

Siento…
Siento mucho más de lo que
sangro.

Puedo…
Ay, mucho menos de lo que
Quiero.

Pido…
De lo necesario siempre menos.

Pero…
De los bandos de los misterios
por lejos pertenezco al primero
Y aunque muchas veces pierdo
batallas que no fueron libradas.


Gano…
Gano mucho más que lo que gano
al fluir con la armonía total
del universo.


ADELA HLOZEK (Nació en Buenos Aires, Argentina). Poeta, porteña pero ballesterense por adopción. Trabajadora social. Miembro de la Comisión Revisora de Cuentas de la SESAM. Cuando la vida le dio permiso retomó un vicio de juventud y ganó el Primer Premio de Poesía en los Juegos Florales de Villa Lynch (1996). Desde entonces sigue en acción. Asiste al Taller Literario Abierto SESAM. Participó en numerosas antologías, entre ellas “Ballester, sus poetas y Los Poetas del Encuentro” (1997).


licadelahlozek@hotmail.com

JAIME GELFMAN





Poemas del libro
DERIVADO DEL DÍA

El azar quijotea absurdos,
las calles ignoran los vientos
y el recuerdo
guarda sus brotes.
No sé si los sueños
odian o aman a sus víctimas.
La verdad se dibuja
donde duelen los fantasmas.

--- § ---

Fue un saludo.
No más que un geométrico espacio
en el anillo del aire.
El sol dejó de numerar los días,
de atender el código de sus movimientos,
de alojar la flor limítrofe
en el perímetro de los milagros.
Ahora, el balance registra
la gravedad azul
de la quietud perpetua.

¿Quién dispondrá de un ecuador
para deshilar los cabellos,
del fuego necesario
para cicatrizar el horizonte?


JAIME GELFMAN (Rosario, Provincia de Santa Fe, Argentina, 1936). Ha vivido doce años en Gral. San Martín, Provincia de Buenos Aires, Argentina, y ahora reside en la Provincia de Mendoza. Poeta y ensayista. Compositor y ejecutante de tangos. Químico farmacéutico. Socio honorario de la SESAM. Ha publicado los libros de poemas “El viejo horizonte” (1986), “De piel y piedra” (1996), “Derivado del día” (2002) y los ensayos “El tango que vivimos” (2006) y “El tango en Mendoza” (2008). Este último –escrito en colaboración con su mujer, Ana Gelfman–, declarado de Interés por la Honorable Cámara de Diputados de Mendoza y de Interés Cultural por la Secretaría de Cultura del Gobierno de Mendoza. En los fundamentos de la resolución, la Cámara advierte "este trabajo se convertirá en un valioso material de estudio y análisis para toda la comunidad, y en especial para nuestras generaciones venideras, ya que es importante que se conozca y se difunda lo que culturalmente se gesta y produce en nuestra provincia".

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Distinciones:
• Figura en la Guía de Poetas Argentinos publicada por la Universidad Nacional de Córdoba.
• Participó en antologías, encuentros de escritores. Colaboró en numerosos diarios y revistas del país.
• Obtuvo el primer puesto como músico en el certamen organizado por la UBA en 1973.


anatitogelf@hotmail.com

SILVIA FERRANTE




AMANSACRECIDAS

El hombre rema con el afán acompasado y hostil de un joven veterano. Sabe lo que hace.
Venencia Juárez se asoma y curiosea el lomo del río. El viento que había estado soplando durante toda la tarde revolea la cortina de flores descoloridas. Cierra la puerta. No anda lejos, piensa y se persigna. Parece animal dormido pero... viento del Sudeste, lluvia como peste, sentencia. Arrastra las piernas varicosas hasta el altarcito que tiene junto al catre y enciende la vela ya usada. No pido nada porque no me falta nada, sólo el asuntito del río, por lo demás, lo que no tengo será porque no lo necesito. Así es que, como siempre, agradecida.
La ráfaga insiste por la ventana y apaga la llama. Con este calor, es un puro infierno, pero mientras yo esté aquí, no se vendrá. Vuelve a encender la vela y a persignarse. Aquí estoy pues. Se sienta en la cama y da por terminado el rezo.
Venencia tiene aptitud, entre otras muchas cosas, para cortar el empacho y el mal de ojo, las gusanadas de las bestias y las penas del alma. Pero el motivo por el que los vecinos de las islas la respetan es su audacia para amansar las crecidas. Aunque para muchos sea sólo cuestión de casualidad.
Como su abuela y otras mujeres de la familia, ha heredado, según se dice, el don de las desventuras. A los hombres se los lleva el río, le había advertido la vieja, es astuto y avariento. Siempre encuentra la manera. A nosotras nos deja para gastarnos intentando domarlo. Bien sabía ella que a los hombres los trae el río, como a los camalotes, los amarra a la orilla por un tiempo y los arrastra otra vez, a donde quiera. También ha aprendido que rancho sin hombre sólo sabe a quebrantos y penurias. Seguramente por eso, y no por otra razón, se había marchado su madre mucho antes de que Venencia supiera de parentescos. La había arrastrado el río..., como a los hombres.... o detrás de uno.
En el esfuerzo por llegar a tiempo se tensan los brazos del que rema, las manos empuñan con furia las palas. La respiración se le entrecorta en el remolino de algún recodo. Pero avanza, lo aguijonean los reiterados fracasos.
Los primeros gotones que rebotan contra las chapas del techo desprenden una lluvia de polvo que flota dentro de la pieza por un largo minuto. Venencia levanta los ojos como si pudiera ver más allá del techado. De reojo echa una mirada a las imágenes del altarcito, casi un reproche. Apoya las manos sobre los muslos para darse impulso y se levanta resoplando. El destello del relámpago entra por las rendijas de la puerta y la ventana antes de que Venencia llegue a encender la lámpara. La oscuridad gana espacio. Jesús, María y José nos protejan, que no anda lejos.
Ahora sabe que es noche de estar en vela atendiendo al murmullo de la lluvia mezclado con el del río, y esperar. Esperar hasta que se acalle o crezca como rugido. Es que si el río baja enredado y remolón, es seguro que se prepara para remontarle arrastrando casas, cultivos, hombres, bestias, esperanzas y por qué no, hasta penas y alegrías.
Empuja con cada brazada contra la corriente hacia arriba desde la desembocadura. El hombre sabe que lo esperan. Debe llegar antes, antes.
Venencia comienza con los preparativos. Saca de una lata un puñado de hojitas de llantén y sauce, flores de caña de ámbar y érica desecadas y las tira entre las brasas del fogón. Atiza el fuego con un palo. Arroja un chorro de agua de río dentro del caldero que reverbera e inunda la casilla en una espiral húmeda. Le agrega resaca de la maciega y tres gotas de un aceite de totora oscuro y maloliente. Después, exhausta, se estira sobre el catre. Viento, lluvia, olor, humedad, pesadez... zozobra.
El hombre brega con la certeza de que esta vez sí, llegará a tiempo...
Cuando el caldero comienza a hervir y el humo enrarecido se apelmaza contra el techo y la lámpara se opaca de hollín. Venencia para la oreja. Alguien amarró a la orilla, reflexiona mientras se levanta con dificultad tratando de llegar a la puerta. No había terminado de pensar que lo que había pensado era una locura, cuando por el senderito impreciso ve venir a un encapotado chapaleando barro y agua. Un rayo cruza zumbando el aire desde el vientre del río. Qué noche m'hijo para andar por ahí, ¿lo conozco?, pregunta la vieja aguzando los ojitos que se le esconden bajo las cejas espesas. Cómo no, doña, de toda la vida, le responde el hombre. Está bien, ahora me cuenta, pase nomás.
Pero no lo conoce, o lo que más la preocupa, no lo reconoce aunque cree saber con quién trata, y muy bien, porque de tanto oler aflicciones, Venencia ha aprendido a distinguir a primera vista la índole de la gente. No necesita mucho más para presagiar la calaña de este hombre que no le cae nada bien.
Siéntese nomás, lo invita mientras ocupa su lugar en el catre. El rancho es pobre pero... No se preocupe, es lo que menos me importa. El hombre de tez amarronada se sienta frente a ella en una sillita baja de mimbre tejido. En sus ojos verdosos se funden la espesura de la selva, el misterio de los recodos, el rumor animal de la jungla, el hechizo de la ciénaga. La mira fijo, casi desafiándola. No vas a poder Venencia. Esta vez no. Más que un presentimiento, es una voz acicateándole el ánimo.
Ya he sufrido todo lo que es posible sufrir en esta vida, dice Venencia y un retortijón en el centro del pecho la inclina hacia adelante, usted no me asusta. Los ojos del extraño se amansan cuando le dice, creo que sí, y mucho más de lo que los dos creíamos... A qué ha venido pues. Usted lo sabe mejor que yo doña, esta vez llegué justo a tiempo ¿no es cierto? No, no es cierto, ya lo verá. Al tratar de incorporarse Venencia siente las rodillas como de arcilla fresca. Se levanta con una fuerza que no sabe de dónde le viene, mientras de reojo vigila al hombre. Pero se sorprende porque él la observa inmóvil, sin detenerla. La aterran los ojos ociosos, la sonrisa indiferente que deja entrever un par de dientes blancos y densos, la voz sosegada. Ya ha sido suficiente vieja, usted lo dijo, demasiados años, basta ya, descanse de una vez, ¿no ve que no puede seguir deteniéndome?
Sin embargo, extremando sus fuerzas, la vieja toma el caldero. El asa ardiente mortifica la mano curtida. Trata de levantarlo pero pesa más que nunca. Entonces lo arrastra hasta la puerta, la abre y la lluvia lenta le golpea la cara, se le cuela por el cuello, pero no se detiene.
El desconocido la sigue con la mirada, sin moverse. Serpenteando y a gatas la mujer avanza por el sendero sin sendero. Ya está a un paso de la ribera, ahí nomás, estira el brazo, se aferra a los juncos... Pero la bestia ruge, de un salto se le adelanta y se monta al lomo del río. La vieja no consigue llegar a la orilla, ni verter la calma de su caldero en la corriente turbulenta, ni aplacar la crecida porque antes de que el río desborde, Venencia estará muerta.



SILVIA FERRANTE (Villa Ballester, Provincia de Buenos Aires, Argentina, 1949). Narradora y poeta. Periodista. Ha publicado el libro de cuentos “Conjeturas” (Editorial Botella al Mar, 2003). Es columnista de “La Palabra”, periódico quincenal del Partido de San Martín, y colaboradora de la revista “Ser en la Cultura”. Ha publicado gran número de cuentos cortos en revistas literarias y antologías.

Distinciones obtenidas por diversas obras:
• Primer Premio, Concurso de Narrativa y Poesía, UBA, 2001.
• Primer Premio, Revista Plagio, Concurso Nacional, 1997.
• Primer Premio, Revista Las Letras, Concurso Internacional, 1997.
• Mención de Honor Concurso Nacional de Poesía y Cuento, SADE, 2001.
• Premiada por el Rotary Club de Rojas, 2000.


zoppi@ciudad.com.ar


ERNESTO FASCETTO



SONETO

Tuve un clavel, un sueño, y una rosa,
dos trompos y un balero complaciente
bajo el sol o una luna refulgente,
y también una linda mariposa.
Tuve fe, no sé en qué, pero fue hermosa,
tarde de lluvias y de sol ardiente.
Tuve un tiempo que siempre fue presente
sin mañanas ni ayeres, poca cosa.
Poca cosas poblaron mi pobreza;
de años de pobreza, de existir.
¡Cuántas cosas perdí con la riqueza
de saberes que abruman mi vivir!
Soy muy pobre con toda esa ganancia
que a mi rosa privó de su fragancia.


ERNESTO FASCETTO (Buenos Aires, 1926-2006). Poeta y narrador. Veterinario. Fue miembro de la Comisión Directiva de la Asociación Cultural, Social y Biblioteca Popular “Helena Larroque de Roffo”. Publicó sus primeros cuentos en forma de folletín con el seudónimo Uno de la calle, en el diario La voz de Lobería. Era socio activo en la SESAM.

Obras publicadas:
“Desde el ventanal y veinte sonetos entre dos cuentos”. Editorial Artes Gráficas El Cacique, 2002.
“Camino a la soledad”. Novela. Editorial Artes Gráficas El Cacique, 1999.
“Hojas del paraíso”. Cuentos. Grupo Editor Latinoamericano. Colecc. Escritura de Hoy, 1995.
"Sabiendo y sin saber por qué”. Poemario. Editorial Stilcograf, 1975.

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JULIO JOSÉ ELICECHE




Fragmento de
MI POBRE TEATRO
(El jardín de las flores muertas)

TERCER ACTO

Mismo lugar que el primer acto, jardín de la casa de Don Pedro, pero en pleno invierno. Es decir, que los árboles y plantas que antes se encontraban cargados de flores y color, ahora están sin ellas y desnudos. En la glorieta que cubría una glicina o enredadera no quedarán más que algunos tallos secos. Todo tendrá aspecto triste y desolado. El suelo cubierto de hojas secas. En el centro se encontrará el mismo juego de jardín que antes. En el lateral derecho se verá siempre el comienzo de la casa. El decorado lógicamente no puede ser el mismo que en el primer acto, aunque representa el mismo lugar, es distinta época (de verano a invierno) por lo tanto debe respetarse.

ESCENA 1
Margarita y Rodolfo.
Al levantarse el telón Rodolfo se encontrará sentado en un banco con los codos apoyados en las rodillas y la cabeza entre las manos cubriéndose la cara. Margarita de pie a su lado, como narrándole algo. Visten de luto, el de Rodolfo, riguroso. La escena débilmente iluminada [...]


JULIO JOSÉ ELICECHE (Magdalena, Provincia de Buenos Aires, Argentina, 1924). Entre 1951 y 1953 estudió guión cinematográfico con Guillermo Haro y Guillermo Fernández Jurado. También estudió pintura con la profesora Mabel Jordán y escenografía teatral con el escenógrafo de canal 7, Arístides Fumagalli. Socio fundador de la SESAM; fue integrante de su Comisión Directiva y actualmente forma parte de su Comisión Revisora de Cuentas. Reside en General San Martín, Provincia de Buenos Aires, Argentina.

Obras publicadas:
“Mi pobre teatro”, Cinco obras en un sueño. Haf Ediciones, 2002.
“Historia del pueblo de Magdalena” (inédita, 1963-1998).
• Adaptación teatral de “El deber, el Amor y la Tragedia”, en base a la novela “El sargento de la Carlota” de Francisco I. Schauman (inédito, 2002).

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