miércoles, 7 de octubre de 2009

SILVANA D'ANTONI



OTRO PRINCIPIO
La paloma extendió las alas y se perdió en el cielo. Ellos la esperaron ansiosos, esperanzados, pero pasaron los días, las semanas y no regresó. Desde la cubierta se miraron angustiados, no quedaban más aves en el Arca.
.
.
LA PLAGA
Clara entró en el departamento, encendió la luz y vomitó. No pudo esperar. Su estómago se torció en forma violenta y se contrajo con inestables movimientos gelatinosos. No había alcanzado siquiera a cerrar la puerta cuando más arcadas se hicieron escuchar desde su boca.
Clara intentó apurar el pasó pero su desconcierto se lo impidió. Avanzó horrorizada entre ellos, temiendo pisar la sangre, hasta que logró entrar en la cocina y enseguida llegó otro vómito. Los siete cuerpos estaban allí, tendidos a lo largo del pasillo, con las cabezas deformadas, como si una maza las hubiese aplastado.
Clara comenzó a gritar alocadamente. Gritó hasta que se le partió la garganta. Para entonces, algunos vecinos del edificio se habían asomado a los balcones y otros, más curiosos, estaban agolpados en la entrada. Los alaridos hicieron que el encargado también se acercara al departamento. El hombre pronto disipó a la gente y se quedó a solas con la mujer. Ahora, Clara se movía inestable, perturbada, ansiosa, como un hambriento animal salvaje. Un sabor ácido se había instalado en su boca y ella sintió una extraña dificultad al tragar saliva.
–¿Qué hizo, bestia? ¿Qué hizo? –maldijo al encargado mientras golpeaba con los puños la mesada de mármol.
–Yo... yo... –titubeó el hombre sin entender–. ¡Hice lo que usted me pidió! ¿Acaso no estaba harta de los bichos del edificio? –musitó cabizbajo.
–Cu... cuca... –alcanzó a decir Clara, y cayó desmayada sobre el mosaico frío.
El encargado caminó por el departamento buscando el teléfono y llamó a su mujer.
–Juana, bajame al segundo una bolsa de consorcio. ¡Sí, al segundo! –le dijo en forma quejosa.
Los siete gatos con cabezas aplastadas seguían allí, a sus pies. El hombre los observó en silencio. ¡No se había equivocado!, pensó. ¡No se había equivocado! ¿O tal vez sí?
.
.
SILVANA LAURA D’ANTONI. Nació en 1965 y vive en Hurlingham. Escritora de cuentos de terror y de ficción, así como de cuentos y poesías para niños, ha participado en concursos municipales, nacionales e internacionales. En 2008 recibió el Primer Premio de Poesía Infantil de Editorial Cathedra y el Segundo Premio de Los Poetas del Encuentro de Villa Ballester. En 2009 obtuvo el Premio de Cuento Infantil en Editorial Cathedra y el Tercer Premio de Cuento Corto en la Biblioteca Popular Alberdi de Remedio de Escalada. Finalista en los dos certámenes internacionales de cuento de REVISTA SESAM (2007 y 2008).
Es creadora de varios proyectos: “Contémonos historias”, intercambio vía postal con escuelas carenciadas de Costa Rica que comenzó en 2007; “Leemos aunque haga frío”, para la construcción de una biblioteca en Base La Esperanza en la Antártida Argentina (donación de libros). Logró juntar y donar 349 libros que viajarán a la Escuela Nº 38 de la Antártida a fines del 2009.
Realizó taller de periodismo en el “Centro de Periodistas de Hurlingham”. Estudió guión para radio y televisión, APTRA, 2004. Es coordinadora de talleres literarios para adultos y niños, curso que realizó en la Municipalidad de Tres de Febrero.
Ha participado en lectura de cuentos en FM Oeste 106.9 y en FM 91.7 Radio Caseros, en lectura de cartas en FM Cathedra, en la presentación de la obra “Certamen Argenta de Poesía” de Editorial Argenta en la Feria del Libro (Del Autor al Lector), en la exposición de obras literarias del Diario “El Viajero”, en la columna literaria de la revista “Ciudad de Tesei”, en la maratón de Lectura 2008 y en los talleres de lectura y escritura de la Escuela Municipal 25 de Mayo (Ex Escuela Nº 43) de Hurlingham, en la columna literaria (con cuentos y poesías) de la revista “Ecos de Tesei”.
.
.